¿Estás en Madrid y quieres conocer de paso Segovia y Ávila? Pues ahora tienes la mejor oportunidad para hacerlo con nuestra Excursión a Segovia y Ávila desde Madrid. Conocerás dos de las ciudades castellanas más bellas y con más historia. Segovia es famosa por su milenario acueducto romano y Ávila por sus murallas medievales. ¿Te lo vas a perder?
Comenzaremos el recorrido parando en Ávila, que conserva el recinto amurallado más antiguo y completo de toda España, construido en el siglo XI nada menos. Posee 2500 metros de muralla y la adornan 90 torreones. Sigue a tu guía en un tour guiado por el casco antiguo para descubrir la impresionante historia de esta ciudad. Contempla iglesias de estilo románico, palacios góticos y una catedral fortificada de la Edad Media. Visita las murallas de Ávila e imagina las historias que han visto a través de los siglos. Maravíllate con la fortificación y las torres, que le han otorgado a la ciudad el estatus de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Seguiremos nuestra excursión dirección Segovia. Esta ciudad fue elegida sede de Castilla por algunos reyes que habitaron en el hermoso Alcázar, que podrás visitar y descubrir su historia gracias al guía bilingüe.
Al llegar a la ciudad, nos dirigiremos a un restaurante donde tendrás incluida una tapa y una bebida o un delicioso menú gastronómico si has decidido incluirlo en tu reserva. Aquellos que no hayáis incluido la opción tendréis 1 hora y media para almorzar. ¡Aprovecha este tiempo y visita la construcción romana más importante de la Península, el Acueducto de Segovia!
Reúnete con tu guía en frente de la Catedral de Segovia para una visita exterior de la misma. Camina por el antiguo barrio judío de la ciudad hacia el Alcázar de Segovia. Disfruta de una visita guiada del sitio y maravíllate con esta espectacular fortificación. ¿Sabías que su arquitectura inspiró a Walt Disney para una de sus películas? ¿Puedes decirnos cuál?
Sin duda, estas dos ciudades castellanas te sorprenderán por sus medievales cascos históricos, sus impresionantes murallas y acueducto, sus bellos palacios y sus elegantes catedrales. No es de extrañar que Santa Teresa de Jesús viviera un éxtasis por deleitarse con tanta belleza por todas partes.