La Cocina del Palacio Real de Madrid fue diseñada para servir a las personas reales y la corte. A lo largo de los años, ha evolucionado, incorporando avances como fogones, hornos, montaplatos y neveras. También cuenta con utensilios de cocina como moldes, cacerolas, cuencos y más.
El espacio se divide en secciones supervisadas por el Cocinero Mayor. La Real Cocina abarca un gran espacio en el primer sótano, destacando por su tamaño, antigüedad y piezas valiosas. Reformas entre 1760 y 1931 dieron forma a su aspecto actual. En 2014, se abrió al público.
La entrada actual, Portería de la Cocina, fue modificada en tiempos de Isabel II, mientras que el Trascuarto del Comedor de Diario tenía un montaplatos para llevar la comida al Palacio.
Las salas de cocinado se iluminan con ventanas desde 1760. Sala del Ramillete se usaba para preparar dulces, chocolates y bebidas. El Taller de Repostería solía ser la entrada principal y carece de ventanas. La Antecocina se destinaba al precocinado, lavado y corte de alimentos, y contaba con mesas resistentes y una pila de lavado.
El centro de la cocina es la Sala de Fogones, con cocinas económicas instaladas en 1906. Un asador grande y una parrilla se adquirieron en 1878. Un armario mantenía los platos calientes. Por último, el Cuartón se convirtió en una Cava o Botillería a finales del siglo XIX. La evolución de los gustos culinarios llevó a banquetes con menús cerrados.
Información adicional
Esta actividad no incluye Visita Guiada por el Palacio Real.
Tickets no reembolsables.
Deberá acceder al Palacio Real por la puerta preferente 15 minutos antes de la hora indicada en sus entradas, y presentarse 5 minutos antes en el punto de encuentro específico situado en el Zaguán de Entrada a Palacio.