Ha sido un día perfecto, hemos disfrutado mucho de la experiencia. Ayman y Ayoub nos recogieron cerca del hotel. En el viaje de media hora, estuvimos con una familia francesa encantadora. Una vez llegados a nuestro destino, nos recibieron con mucha calidez y hospitalidad. El paseo en camello ha sido una experiencia única, nos hemos sentido muy seguros y había un chico que hablaba casi todos los idiomas que hacía el paseo muy divertido. Después un té muy rico, los quad (con total seguridad, pues era mi primera vez y un hombre muy amable se subió detrás mío para ayudarme). La cena extraordinaria. Para acabar, un espectáculo alegre y mágico. Además, nos hemos dejado la chaqueta en el coche, y los chicos nos facilitaron recuperarla, gracias! Totalmente recomendable. ¡No lo dudéis!