Esta experiencia inmersiva le invita a presenciar el colorido espectáculo de danzas tradicionales de máscaras, rituales sagrados y celebraciones animadas.
Además de su impresionante belleza y su entorno natural intacto, el Reino de Bután es conocido por su religión plena, su cautivador legado y las diversas festividades llamativas y vibrantes que se celebran allí cada año. El evento más espectacular de Bután, el "Tsechu", suele celebrarse en los patios de varios distritos, incluidas las ciudades de Paro, Timbu y Punakha. Celebrado con enorme entusiasmo en el valle de Paro, el Festival de Paro, también conocido como Paro Tshechu, es una de las ocasiones culturales y espirituales más importantes de Bután. La celebración, que tiene lugar cada año en primavera, conmemora el nacimiento del santo que trajo el budismo tántrico a Bután, Gurú Padmasambhava. El magnífico Paro Dzong, un monasterio-fortaleza que representa una fusión de legado espiritual e histórico, es el lugar de celebración. Un punto culminante clave del festival son las vibrantes y coloridas danzas de máscaras interpretadas por monjes y laicos, acompañadas de música y cánticos. Estas danzas no son sólo entretenidas, sino que son profundamente simbólicas y representan diversos aspectos de las enseñanzas y tradiciones budistas. Además, el festival está marcado por la exhibición de un Thangka gigante, un pergamino sagrado religioso budista, que se cree que otorga bendiciones a los espectadores. El Festival de Paro es un momento de reunión comunitaria, devoción religiosa y celebración cultural, lo que lo convierte en una piedra angular de la identidad butanesa y una experiencia encantadora para los visitantes.
El festival de Paro, que incluye una variedad de danzas de máscaras interpretadas por los monjes Rinpung Dzong y danzas folclóricas interpretadas por los lugareños del valle de Paro, es la celebración más conocida de Bután. La pieza central del festival es el ritual Throngdroel, que se lleva a cabo temprano el último día de la celebración, a las tres de la mañana. El Throngdroel (Gran Thanka) de unos 400 años de antigüedad es llevado por los monjes y colgado de la estructura. Los budistas creen que sus pecados pueden ser expiados sólo mirando este Thanka. Muchos vienen desde grandes distancias y algunos incluso caminan durante días para recibir esta bendición de Thanka.