La primera vez que llegué a Málaga, habían dos cosas que me chocaron desde el principio. Uno era el clima increíble que hace en esta ciudad, ya que se puede disfrutar casi todo el año de 3.000 horas de luz solar. Y la otra cosa era, que no entendía nada. A pesar que llegué a Málaga con la certificación del idioma español de nivel superior, en mi mano. El problema era, que yo estudiaba español y se me hacia muy difícil entender a los malagueños. Pero bueno, poco a poco.
Las mejores playas de Málaga
Como recién llegado a Málaga, ¿qué es lo que se hace primero? Ir a la playa, ¿verdad? Pues Málaga tiene diferentes playas increíbles. La más imprescindible, obviamente es la Malagueta, hay que hacer la foto obligatoria con las letras de la playa y subirla por Instagram, para conseguir muchos likes.
Si os apetece visitar a una playa más tranquila, lejos de los turistas, es recomendable ir a la Misericordia. Es una playa muy bonita, lejos de los sitios turísticos, tiene unas vistas preciosas de la ciudad y los chiringuitos típicos de la zona, donde podréis probar los boquerones fritos y/o los espetos.
Las playas de Málaga no sólo se pueden disfrutan por el día, por la tarde/noche si os apetece, podéis ir a Torremolinos a disfrutar el ambiente único de las playas de esta ciudad. ¡Cuidado! Un malagueño no sale de fiesta en Torremolinos, sino ¡SE VA A TORROLES! Sin ningún problema podéis decir así a los malagueños, cuando queréis salir de fiesta en Torremolinos, os van a entender.
¿Qué visitar en el centro de Málaga?
Cuando ya estamos bronceados y nos aburrimos de la playa, tenemos que descubrir el centro histórico de la ciudad. Porque Málaga no sólo es un típico destino de las 4S (sea, sun, sand, s…) tiene mucha historia y arte. Lo más recomendable es empezar nuestra visita en la capital malagueña en el Castillo de Gibralfaro, ya que es el sitio más emblemático de la ciudad. Subiendo al castillo, podemos parar en el mirador del castillo, desde tenemos unas vistas increíbles de la ciudad, el puerto, el muelle, y en ese instante de repente, sin darnos cuenta, nos enamoramos de Málaga.
Una vez visitar al Castillo de Gibralfaro, a la bajada, tenemos que entrar al Alcazaba, para poder entender la historia de la ciudad y de la zona. Créeme, mucho mejor entrar con guías oficiales, para poder recorrer los lugares más destacables.
Después seguimos nuestra ruta, paseando al lado del Teatro Romano y tenemos que entrar al Pimpi. ¿Quién no ha escuchado de hablar del restaurante Pimpi? Un sitio tan emblemático de la ciudad como el propio Castillo de Gibralfaro. Tras visitar este restaurante, tenemos que ver la Manquita. ¿Qué es la Manquita? Es la Catedral de Málaga y se llama así, porque sólo tiene una torre construida, por eso los malagueños la llaman a la Manquita. Tras visitar a la Catedral, tenemos que dar un paseo en la famosa calle Larios y en el Muelle 1, probando los platos típicos de la ciudad. ¿Quién no le apetece un campero después de un día tan largo?
¿Por qué visitar el Caminito del Rey?
Tras descubrir la capital, tenemos que salir un poco y visitar toda la provincia. A unos 60 kms de Málaga ciudad, se encuentra el famoso Caminito del Rey. El caminito es un sendero de madera, en medio de un paisaje único. El Caminito del Rey, conocido como “el sendero más peligroso del mundo”.
Sus increíbles vistas, su fascinante historia y su innegable espectacularidad han convertido la excursión del Caminito del Rey en una visita obligada dentro del turismo malagueño. Lo único es que tenemos que plantear con antelación el día que queremos visitarlo, porque las entradas se agotan muy rápido.
¿Qué ver en Ronda?
Cuando visitamos la Provincia de Málaga, es imprescindible ir a Ronda. Una vez llegáis a Ronda, (en húngaro ronda significa feo, pero la ciudad ni de lejos os parecerá fea) tenemos que ir al mirador de la ciudad, desde donde tendremos unas vistas preciosas a la serranía de la ciudad. Tras observar el paisaje, tenemos que visitar al puente nuevo y si sois aventureros, debajo del puente, podréis descansar después del senderismo, y daros un chapuzón en los baños árabes de la ciudad.