Francisco fue un guía muy amable, profesional y atento en todo momento. Como un detalle especial, nos regaló una bolsa con objetos para dejar ofrendas, lo que hizo que la experiencia se sintiera única y personalizada. Su conocimiento y la información que compartió fueron extraordinariamente útiles y enriquecedores.
Recomendado al 100%.
Tremendo todo!
Una visita imperdible en Père Lachaise!